En el Sagrado Corazón apostamos por una educación integral. Por eso, desde hace años llevamos a cabo un programa de charlas de educación afectiva impartidas por expertos en el área. Este curso contamos por segundo año consecutivo con la sexóloga Cuca Álvarez, que ha estado trabajando con nuestros alumnos de 5º de Primaria a 4º de la ESO a lo largo de este mes de octubre, impartiendo cuatro sesiones en cada clase.
Como colegio, entendemos que la sexualidad forma de nosotros y es algo integral para la educación del alumnado. Aunque nosotros intentamos ir un paso más allá.
La educación afectiva se aleja de las típicas clases de ciencias naturales y educación sexual, que giran en torno al aparato reproductor. Explicar cómo funciona el cuerpo humano es básico para que nuestros alumnos se conozcan y entiendan como son, por dentro y por fuera. Sin embargo, la sexualidad también es la afectividad, las emociones, y cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos.
La afectividad se trabaja y cuida desde que somos pequeños a través de todas las habilidades que iremos adquiriendo a lo largo de nuestras vidas. Por eso es un tema de importancia vital que debemos abordar en las aulas.
Con los más pequeños, en 5º y 6º de Primaria, Cuca se centra en que conozcan su cuerpo y el viaje que les espera con los cambios de la pubertad, para que vayan metiendo información útil en sus mochilas y normalicen esta etapa tan bonita de sus vidas sabiendo que es algo natural que todos vivimos.
Estos cambios, como nos recuerda nuestra experta, no son únicamente físicos. También afectan a todo lo emocional y relacional, y se manifestarán directamente en la forma en que interactúan con sus amistades.
Uno de los trucos para que los alumnos se atrevan a preguntar con libertad es colocar una caja antes de la sesión para que puedan dejar sus dudas de forma anónima. Así vamos creando un espacio seguro, donde no existe la vergüenza, y ellos aprovechan al máximo esta oportunidad.
Con los más mayores, Cuca siguen insistiendo en el concepto de conocerse para cuidarse. A partir de 1º de la ESO, unido a la sexualidad, es básico entrar a tratar el tema de las redes sociales. Como adultos, hay cosas que se nos escapan del mundo en que viven nuestros hijos, y hay que darles toda la información posible para que vayan desarrollando su propio criterio. Lo importante es que sepan reaccionar ante las situaciones que se vayan encontrando, sean buscadas o no, y que puedan establecer límites adecuados.
En las charlas con 3º de la ESO sale a relucir un tema que quizá sorprenda a más de uno en vista de que somos un centro religioso. Sin embargo, es importante hablar abiertamente con nuestros alumnos de los métodos anticonceptivos. De nuevo, entra en juego la idea de esa mochila que todos llevamos a la espalda, donde vamos metiendo información buena, y cuanta más información tengan, mejores decisiones podrán tomar con mayor facilidad.
En 4º de la ESO entra en escena la pornografía, y como sexóloga, Cuca nos advierte de la importancia de no intentar aislar a nuestros jóvenes con la excusa de protegerlos. En su lugar, debemos trabajar los límites, porque se trata de un tipo de contenido que, aunque no lo busquen activamente, les va a llegar por distintos canales. Lo importante es educar para que, cuando se encuentren con cierto tipo de vídeos e imágenes, sepan qué tienen que hacer con ellos. Y sobre todo, qué es real y que no.
A esta edad, nuestros alumnos ya arrastran mitos sobre la sexualidad que debemos desmentir poco a poco. Basta con echar un vistazo rápido a plataformas de streaming para descubrir que los vídeos más populares son también los más violentos. Nuestros talleres intentan quitarles piedras del camino porque los jóvenes tienen acceso a mucho contenido, sin ningún tipo de filtro, cuando casi no conocen sus propios cuerpos y aún están descubriendo su sexualidad.
Al final, acaban normalizando dinámicas que no lo son, y viven con unas expectativas del físico y las relaciones que no son reales. Según señala Cuca, hace años este tipo de talleres consistían en dar información a los alumnos, pero a día de hoy se centran más en luchar contra elementos de desinformación.
Otro aspecto muy importante que no podemos dejar de lado son las relaciones sentimentales. Todos hemos oído hablar de las famosas red flags, y las relaciones tóxicas entre adolescentes. Cuca aborda esta problemática a partir de ejemplos, utilizando conversiones de WhatsApp para que los alumnos expresen su opinión, se animen a compartir si alguna vez se han enfrentado a situaciones similares, y vayan descubriendo lo que quieren y no de una relación. Una vez más, se trata de que descubran sus límites y aprendan a hacer que otros los respeten.
Para quienes estén interesados, Cuca también organiza talleres para padres. Como adultos, tenemos que comprender que nosotros no tuvimos la suerte de recibir este tipo de formación, y a menudo nos sentimos un poco perdidos. Hasta puede darnos vergüenza hablar abiertamente de ciertos temas relacionados con la sexualidad. Por eso es tan importante contar con la ayuda de profesionales como ella, que nos demuestran que aún tenemos mucho que aprender, y podemos hacerlo al mismo tiempo que nuestros hijos.